viernes, 6 de noviembre de 2009

Lo que cuesta, vale

Aunque pocos lo crean, cuando en 1985 Nike le ofreció a Michael Jordan ser una de sus principales figuras, el entonces estudiante de la Universidad de Carolina del Norte, tuvo dudas sobre si firmar o no: esto se debía a que Jordan asociaba a los colores de la marca estadounidense con los colores del diablo. El máximo jugador de la historia de la NBA prefería firmar con Converse, que tenía a Larry Bird y Magic Johnson como abanderados, o Adidas. Pero finalmente puso el gancho con la marca de la pipa, gracias a que su agente, David Falk, vio una gran oportunidad, y lo convenció para que viajara a las oficinas de Nike en Portland, Oregon, donde con la ayuda de un video, lo terminaron de convencer. Para la multinacional el fichaje de Jordan fue de gran importancia, ya que comenzaron a crecer de manera agigantada, para ser hoy, 24 años después, la marca más importante del mundo deportivo.

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